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domingo, 25 de agosto de 2013

23 de agosto de 2013. Los ciudadanos pestañean

23 de agosto de 2013. Los ciudadanos pestañean

Mediante las redes sociales me enteré de una manifestación pacífica que tenía como objetivo realizar una clausura ciudadana a la réplica del Mausoleo de Villa. Llegué en punto de las 6:15 p.m. A mi paso encontré varias decenas de camiones desde El Trébol hasta el primer cuadro de la ciudad, bloqueando calles y avenidas. Estando ahí, me enteré de la manifestación que mantenían los choferes de camiones urbanos por no obtener su liquidación correspondiente por la cancelación de rutas, debido a la entrada del Vivebús. 
En la Clausura Ciudadana de la réplica del Mausoleo de Villa me di cuenta que era muy pequeña, pues no llegábamos a más de 50 personas. El motivo de esta manifestación fue la de enviar una carta al gobernador del estado de Chihuahua, César Duarte Jáquez y exigirle la cancelación de dicha réplica ubicada en la Plaza de la Grandeza, la cual contaba con un presupuesto de 8.2 millones de pesos para su edificación.  http://diario.mx/Estado/2013-08-16_b28d2176/replica-de-mausoleo-de-villa-costara-82-mdp/ Después de varias intervenciones compartimos nuestros nombres y teléfonos para mantenernos en contacto y decidí retirarme.
Fue en este momento cuando patrullas de Vialidad y de la Policía Estatal Única arribaron por la Avenida Juárez; me acerqué en mi bicicleta y pude observar que detrás de las patrullas estaban detenidas dos grúas. Ya a pie, agentes de vialidad y de la policía le abrieron paso a una de las grúas para quitar un camión atravesado sobre dicha avenida; las reacciones no se dejaron esperar e inmediatamente y sin acordarlo se juntaron las dos manifestaciones y encararon a los cuerpos de seguridad estatal. Aquí comenzaron los roces para evitar que se llevaran un camión, pero a pesar de los golpes de ambos lados, el camión fue retirado sin necesidad de grúa. Ignoro si por los choferes o por los agentes. Aquí el video http://www.youtube.com/watch?v=PI8UWk4wvKk 
De pronto, algunos manifestantes corrieron rápidamente rumbo a la réplica del mausoleo y tomaron piedras lanzándolas hacia los cuerpos estatales. Fue aquí cuando se dieron los primeros arrestos de choferes. Corrí a dejar mi bicicleta en un lugar seguro y a mi regreso me topé con agentes de vialidad que sometían y golpeaban a un chofer. Una mujer los grababa pidiendo que se identificaran así que decidí unirme al reclamo de ésta y encaré a uno de los oficiales quien reaccionó con un manotazo, a lo que decidí oponer resistencia y exigirle que se identificara y explicara el por qué de la detención. Acto seguido, me tomó por el cuello para tumbarme al piso lo cual logró hasta que otro agente de la misma corporación me tomó por la pierna derecha y se llevaron al chofer. 
Calculo que media hora después me tocó observar cómo la Policía Estatal Única reculó en su intento de mantener detenidos a tres choferes (uno de ellos visiblemente golpeado) y ante la presión de las personas que nos encontrábamos ahí liberaron a los conductores de urbanos. 
Después de un momento los manifestantes comenzaron a dirigirse a Palacio de Gobierno para entrar y hablar con el gobernador de Chihuahua. En un acto que a mí me pareció meramente simbólico, el ciudadano Jaime García Chávez tocó insistentemente la puerta de Palacio de Gobierno que se encuentra sobre la Calle Aldama y pasados no más de cinco minutos llegaron agentes de la Policía Estatal Única y formaron una valla frente a la puerta de palacio. Noté que aquí no hubo ninguna reacción de los manifestantes, mismos que se habían multiplicado desde que estuvimos concentrados en la Plaza de la Grandeza. Después, la situación se tornó violenta con la irrupción de un grupo anti motines, toda vez que arribaron a las puertas de palacio golpeando sus toletes contra los escudos y empujando con estos a las personas que se encontraban a su paso. Me tocó ver la manera en que tiraron al suelo a una mujer, a lo cual mi reacción fue intentar levantarla y protegerla estirando un brazo para evitarle un toletazo, mismo que yo recibí en la cabeza, sin embargo, no hubo consecuencias ya que me encontraba usando el casco de ciclismo. Una vez que la mujer estuvo de pie escuché por lo menos tres balazos así que me oculté detrás de uno de los camiones que permanecía bloqueando la Calle Aldama. Al asomarme pude observar que sólo dos individuos encapuchados portaban escopetas y se encontraban amenazando a la gente apuntándoles directamente. 
Cuando intenté pasar al frente de la manifestación me recibió un agente estatal quien con empujones me gritaba: “retírate.” Decidí encararlo y levantando mis brazos en muestra de no violencia le reclamé mi libre tránsito por la calle, a lo cual contestó “me vale madre, retírate.” Después de intercambiar algunas palabras decidí caminar hacia donde se encontraban los medios de comunicación cuando alcancé a escuchar el grito “¡Treinta y ocho, treinta y ocho!” Cuando volteé un oficial ya me tenía rodeado por la cintura y mi reacción fue tomar por la cintura a un camarógrafo, el cual con ayuda de dos agentes me lograron soltar y llevarme justo a la puerta de palacio. Me metieron por entre la valla de anti motines y policías estatales y con esos segundos tuve para que me golpearan, primero en el casco, luego en la cara y costillas, y remataron ahorcándome con el mismo casco. Me tiraron, me hincaron y me esposaron con las manos a mi espalda y con la cabeza siempre hacia el piso. Ahí se encontraba un policía estatal quien realmente me cuidó de sus compañeros, pues estos le recriminaban el uso del casco y le exigían que me lo quitara para “que le den sus propios amigos.” Hablé con él y le comenté que era mejor que él utilizara el casco para cubrirse de las pedradas para que no calentara más a sus compañeros. Estando ahí, de cuando en cuando se acercaban policías estatales diciéndonos a otro detenido y a mí: “van a ver ahorita cabrones, les vamos a meter esto por el culo”, mostrando sus toletes. 
Aquí el video de mi detención. http://www.youtube.com/watch?v=fJ6BORsJEM8

Cuando el grupo anti motines decidió irse de lleno en contra de los manifestantes comenzaron a traer a más detenidos junto con nosotros y me tocó ver la saña con las que los sometían. Patadas y puñetazos estuvieron de sobra. También me tocó notar la desorganización, pues no sabían el paradero de las esposas de plástico con las que nos habían amarrado. Ahí, una mujer policía me despojó de mi casco llevándoselo a la cabeza y diciendo: “Mira, ya chingué.”
En breves instantes llegó un Rhino, en donde nos metieron a mí y a otras cuatro personas. Claro, no me salvé de mi zape al subir a la unidad blindada. Rápido llegamos a las instalaciones de Averiguaciones Previas y al abrir la puerta lo primero que escuché fue: “Ahora sí cabrones, ya se los cargó la chingada, van a ver la putiza que les vamos a meter.” Me tocó bufé, al bajar del Rhino me cambiaron el zape por una patada.
Inmediatamente nos dirigieron a una celda, en donde permanecimos hincados contra la pared por más de media hora y pasado este tiempo, nos comenzaron a llamar para recoger nuestras pertenencias, así como cintas de zapatos y cintos. Casi dos horas después llegaron policías estatales a nuestras celdas y nos transportaron a un cuarto vacío para que llenáramos nuestra narración de los hechos. Así lo hicimos, hincados y escribiendo sobre el piso.
Calculo que después de dos horas y media llegó la licenciada Lucha Castro a entrevistarse con nosotros y a ponerse a nuestras órdenes. Nos dio su número de celular y se ofreció a llamar a nuestros familiares ya que hasta este momento habíamos sido privados de este derecho. 
Al cabo de tres horas fui llamado a otro cuarto para una entrevista, en la cual dije exactamente lo mismo que en mi declaración. 
A la mañana siguiente, me mandaron llamar; una mujer, al parecer Ministerio Público, me quería entrevistar de nuevo sobre los hechos ocurridos a lo cual contesté que era la tercera vez que me pedían lo mismo y que no le diría nada más. En tono altanero respondió: “¿Te vale madre, eh? Muy bien.” Y se retiró.
Por fin fuimos liberados al filo de la 1:30 p.m. del sábado 24 de agosto depositando una fianza de quinientos pesos. 

Aquí un video que ilustra los hechos que aquí he narrado.

Una nota con la crónica. Muy distinta a lo que narran otros medios de comunicación.

Después de todo esto me quedan algunas interrogantes de las cuales exijo una respuesta clara y bien fundamentada por parte de las autoridades estatales:

  1. ¿Por qué fui trasladado a las instalaciones de Averiguaciones Previas? NUNCA se me informó qué delito se me imputaba.
  2. ¿QUIÉN ordenó la entrada de los agentes de vialidad, agentes de la Policía Estatal Única y anti motines?
  3. ¿Quiénes son las dos personas que dirigían a los grupos anti motines? Se aprecian en los vídeos. 
  4. Antes de la llegada de estos agentes estatales, ¿hubo violencia por parte de los manifestantes que justificara la entrada en acción de estos cuerpos de seguridad?
  5. En lo que concierne a la réplica del Mausoleo de Villa, ¿por qué gobernador derrumbarla en plena madrugada del sábado 24 de agosto, en lo oscurito?
  6. ¿Cuánto costó el avance de esta obra y su posterior derrumbe? ¿Cuánto nos costará la cancelación de la obra?
MIL GRACIAS A MI FAMILIA Y A MIS HERMANOS.

P. D. Mi bicicleta está sana y salva. Lista para la próxima.

Sergio Ibri González Aranda

Detenido durante los sucesos del 23 de agosto de 2013 en la ciudad de Chihuahua, Chih. México.

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